Desde finales del siglo XVI hasta las postrimerías del siglo XVIII los pintores de la Escuela Cusqueña, tuvieron dos etapas definidas: la primera fue eminentemente religiosa cuya función didáctica fue de primer orden y la segunda de temática más variada.
El Cusco se había transformado en el eje de un próspero centro de producción artística, logrando producir ingentes cantidades de pinturas y esculturas que exportaron al Virreinato del Río de la Plata, a la Capitanía General de Chile y a las ciudades del Alto Perú (actual Bolivia), los mismos que se exhiben actualmente en museos y casas particulares.
Dentro de las colecciones del Museo Histórico Regional existen aquellas cuya temática es de contenido historiográfico. Estas pinturas tienen como característica principal un contenido iconográfico de signos, símbolos, atributos, emblemas, alegoría, entre otros, que le dan una peculiaridad de mucha importancia dentro de su contenido histórico.